¿Sabéis esa sensación de satisfacción por las cosas bien hechas? Pues así es como nos sentimos nosotros tras lo vivido en NGA Show. ¡Menuda feria!
No os vamos a mentir, aún estamos un poco con el maldito jet lag, pero es que 12 horas de avión, el cambio horario y las millones de sensaciones que pasan por nuestro cuerpo, no nos han dejado descansar mucho.

Recinto NGA Show
Poder cruzar el charco con nuestros quesos y mostrárselos a empresas, posibles clientes y amigos (que alguno que otro tenemos por allí) han hecho que para nosotros esto 4 días hayan pasado rápido, como cuando te despiertas de un sueño o pesadilla y no sabes si lo que has vivido es real o no.
Esta claro que no todo ha sido fácil, con los trámites que hay que hacer cuando vas de viaje personal, si encima es para una feria alimentaria, mucho más. Hemos tenido algún que otro inconveniente, pero hemos sabido sacarlo adelante de la mejor forma posible, que es lo que cuenta.

Evento en NGA Show
NGA Show, una feria tan grande que cientos y cientos de personas pasaban cada día por el recinto. Los stands eran modestos, pero lo que realmente importaba era que todos los que se acercasen a vernos, pudiesen degustar nuestro queso, ¡y vaya si lo hicieron!
Han sido 4 días intensos, pero de los que nos llevamos un muy buen sabor de boca, y no solo por el queso, sobre todo porque no todos los días viajamos a San Diego para acercar un poco más la tradición y la cultura del queso con nuestros productos.

Nuestro Stand en NGA Show
Ahora solo nos queda valorar todo lo que hemos conseguido, trabajar lo que llamamos la post-feria y no perder el contacto con todos aquellos que han abandonado NGA Show enamorados del queso, bueno, del nuestro.
Lavadoras puestas y maleta deshecha solo nos queda pensar en la próxima feria, que, aunque queden unos meses para que llegue, con lo rápido que pasa el tiempo, en menos de lo que pensamos estamos haciendo cola en el aeropuerto.
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